Tras el pregón de Ángela Miguel y el Chupinazo comienza el Carnavalmoral 2022

La pregonera del Carnaval del Campo Arañuelo 2022, Ángela Miguel Hidalgo, desde el balcón del Ayuntamiento de Navalmoral,  acompañada por la alcaldesa Raquel Medina, algunos concejales de la corporación y las reinas Juvenil e Infantil, a las 20:00 horas,  ha pronunciado el pregón donde esta morala de pro, se ha arrancado con los agradecimientos para autoridades, organizadores y todos los carnavaleros.

Ángelita, que es su nombre más conocido, lleva sus raíces moralas por bandera, fue concejala de festejos, es carnavalera desde toda su vida y ha desgranado sus recuerdos y vivencias a lo largo del pregón, entre guardapieses, tembladeras, trajes de morala, pañuelos de cien colores, pingos y jurramachos. Han aparecido las majorettes y las brasileñas que trajo hace 24 al carnaval siendo concejala y que dejaron una huella sabrosona en el público asistente. Su abuela, su familia y muchas añoranzas.

Un viaje entre recuerdos carnavaleros, que tras la pandemia (que aún padecemos) nos permitirá continuar la tradición carnavalera de Navalmoral para que al año que viene sean aún mucho mejores y nunca paren, porque “Estos carnavalitos son pa nosotros, los del año que viene serán pa otros”

Tras el pregón, el chupinazo ha puesto en marcha este Carnavalmoral 2022, ciértamente atípico, pero que arranca rebosante de ilusión.

Le segirán en la misma plaza de España las actuaciones de las chirigotas y a continuación seguirá en la misma plaza la diversión. También se podrá bailar en la plaza de las Minas, y los jóvenes disfrutarán su música en el Canchigordo.

 

 

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CARNAVALMORAL 2022

PREGÓN DE ÁNGELA MIGUEL HIDALGO

Buenas noches a todos

En primer lugar, quiero dar las gracias a nuestras autoridades, señora alcaldesa, concejal de festejos, agrupación de peñas del carnaval y a todo los carnavaleros moralos.

Que alegría poder estar esta noche aquí contentos y olvidando lo pasado.

Os doy las gracias a todos los que habéis querido acompañarme para escuchar mi pregón.

Hoy empieza nuestro carnaval, después de un descanso obligado, pues esta pandemia no nos dejó celebrar nuestra fiesta el año pasado, quiero tener un recuerdo para todos aquellos que nos dejaron, descansen en paz.

¿Cómo empezar mi pregón que con tanta ilusión y cariño quiero dedicar a todos vosotros? Es un gran honor para mí, como buena morala, ser vuestra pregonera porque siempre os llevo en mi corazón.

Desde muy niña, mi abuela y mi madre me vistieron con nuestro traje de morala y también de viejita, cosas que más tarde yo haría con mi hija y un tiempo después con mi nieta, que me dio la alegría de nacer un martes de carnaval, toda mi familia fuimos y somos carnavaleros.

Tiempo atrás el carnaval moralos fue muy conocido, venían de Talavera, de Plasencia y de toda la comarca a nuestros carnavales y fiestas, las mujeres moralas tenía fama de ser muy guapas y lucir nuestros trajes con muchísimo garbo y de mover el refajo con mucha gracia. Nuestros bailes eran muy atrayentes, porque no en todos los pueblos los tenía.

El centro moralo era muy famoso, pero era privado otra cosa era el baile del Rosneo que era público y estaba en las traseras del cine Amarnie. Los moralos y moralas allí se divertían a lo grande. Yo recuerdo que, de muy niña, nos gustaba meter las narices para ver lo que allí había. Mi abuela Ángela me contaba que en la plaza vieja el Tío Quintín tenía un organillo y allí bailaban los alegres pasodobles.

Nuestros carnavales de antaño no se parecían a los de hoy.

El primer baile era el 2 de febrero que son Las Candelas y las mozas moralas se ponían la toquilla de pelocabra y sus tembladeras, sus pendientes y su falda negra. Con ese baile quedaba inaugurada la fiesta de Los Carnavales. Las mujeres se ponían un pañuelo distinto cada día y los guardapieses de diario. Para el Domingo Gordo y el martes se reserva el mantón de manila con sus preciosos bordados y sus larguísimos flecos. El pañuelo de 100 colores, el de pavo, el de 4 cenefas y los satinados en verde o amarillo, y en estos días usaban el refajo todo bordado, el jubón, la faldiquera, el mandil negro de satén, la pañoleta al cuello y que no faltara el siguemepollo de cuyo lazo prendido atrás les encantaba tirar a los muchachos para enfado de las mozas. 3 moños y unas bonitas horquillas en el peinado, la tembladera o el galápago al peco y los grandes pendientes, que podían ser de reloj, de chozo, de calabacilla o del lazo, había mucha variedad.

Los hombres también tenían sus trajes de boda de terciopelo negro y el de paleto de diario, con este llevaban las alforjas y el blusón azul, el pantalón era de pana negra o marrón. La faja negra o azul y el pañuelo de hierbas al cuello que era de cuadros azules o verdes y no podía faltar el mechero de mecha o al que también llamaban de piedra.

Los grandes baúles de las abuelas se abrían y de ellos se sacaban todos los pingos y jurramachos que encontraban para ponerse.

Como veis, todo cambia en la vida, los años traen y llevan nuevas costumbres, pero nunca deberíamos olvidar lo que fueron nuestras raíces, vinieron nuevos tiempos y con ellos todo cambió, llegaron aquellas grandes carrozas, las peñas una novedad en el pueblo. Las comparsas y como no, aquellos maravillosos desfiles. También tuvimos murgas y chirigotas para criticar a los políticos que no hacíamos bien las cosas, tuvimos grupos de majorettes y la nueva agrupación de peñas que aún conservamos.

Hace 24 años, siendo yo concejala de festejos, traje un grupo de brasileñas para aquellos lunes en los que no había más que el baile infantil y quedaban un poquito simplones. Fue tan grande la acogida de los moralos que se echaron a la calle, que quise conservar ese desfile del lunes para no olvidar la esencia del pasado de nuestros abuelos con sus pingos y jurramachos y poder disfrutar cada uno a su aire.

También tuvimos reinas elegantes, entierro de la sardina por todos los barrios y todo eso fue una novedad para nosotros.

Navalmoral con sus peñas y gentes hizo grande nuestro carnaval y se nos llegó a comparar con los de canarias. Hoy tenemos que luchar para que vuelvan a tener el esplendor de ayer, entre todos volveremos a ser los mejores.

Quiero que estos días nuestras calles se llenen de alegría y de colorido, que olvidemos nuestras penas y nuestros problemas, que tenemos un largo año para solucionarlos. Y que la alegría llene nuestras calles de disfraces y de gente.

Os deseo de corazón que lo paséis pero que muy bien, muy bien y hagamos caso a esa canción que dice “Estos carnavalitos son pa nosotros, los del año que viene serán pa otros”

¡¡Vivan los Moralos, vivan nuestros carnavales y viva Navalmoral!!

 

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