Agentes de la Guardia Civil, del SEPRONA de la Comandancia de Cáceres, que se encontraban en un servicio preventivo de vigilancia para combatir la caza furtiva en cotos de la provincia, han detenido a dos furtivos cazando en una zona limitada, como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna, y tenencia ilícita de armas.
A su vez, también han investigado a una tercera persona, como presunta cooperadora necesaria en la comisión del delito de tenencia ilícita de armas.
La investigación
Los agentes sorprendieron a dos personas que estaban cazando, dentro del término municipal del municipio cacereño de Garrovillas de Alconétar, en una zona donde está limitada esta actividad, ya que está prohibido practicar el deporte con arma de fuego salvo autorización expresa por causas excepcionales estipuladas en la legislación de caza.
Ante la sospecha de que fuesen furtivos cazando, un agente del SEPRONA junto a la patrulla de Seguridad Ciudadana, interceptaron el vehículo utilizado por estas personas e identificaron a sus dos ocupantes.
En ese momento, verificaron que estos dos hombres portaban dos escopetas de caza, una de ellas sin la documentación obligatoria, así como dos piezas (conejos) abatidas durante la práctica.
Dada la situación, los agentes del SEPRONA realizaron varias gestiones con las que averiguaron que uno de los cazadores tenía revocada la licencia de armas por la Intervención de Armas de la Comandancia de Cáceres, además comprobaron que, tras retirarle la licencia, todas las armas que poseía se las transfirió a una persona afín. Esta persona es la que, presuntamente, facilitó la escopeta al hombre para cazar, aun sabiendo que carecía de licencia.
Desenlace
La investigación ha supuesto la detención de dos hombres como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna, por cazar en terreno cinegético sin el debido permiso de su titular, y a uno de ellos también un delito de tenencia ilícita de armas por tener revocada la correspondiente licencia.
A su vez, los agentes han investigado a una tercera persona, una mujer, como supuesta cooperadora necesaria en la comisión del delito de tenencia ilícita de armas, al facilitar al presunto autor del furtivismo la escopeta.
El delito contra la flora y la fauna se castiga con la pena de multa de cuatro a ocho meses e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar por tiempo de uno a tres años; y privación del derecho para la tenencia y porte de armas por el mismo periodo.
Además, la tenencia de armas de fuego reglamentadas, careciendo de las licencias o permisos necesarios, puede ser castigada con la pena de prisión de seis meses a un año, si se trata de armas largas como es el caso.
Los agentes instruyeron las diligencias policiales debidas y las remitieron a la autoridad judicial competente en Cáceres.
