ADENEX denuncia de nuevo el uso de Los Cerros para la prueba de motos

Adenex

OPINIÓN

NUEVAMENTE EL PULMÓN VERDE AMENAZADO

Por ADENEX

Adenex vuelve a denunciar la destrucción de los Cerros de Navalmoral en una nueva cita de una prueba de motos que no encuentra otra manera, ni lugar, donde divertirse. La prueba se denomina «enduro» y nuevamente se pretende realizar sin los permisos correspondientes:   usar las vías pecuarias y caminos públicos a sabiendas del deterioro de erosión del suelo, a sabiendas de la fauna protegida en estas fechas, a sabiendas que fuerzan a los propietarios y arrendatarios a que retiren los animales en pasto, derribando paredes y portones.

La Confederación  Hidrográfica del Tajo tiene también una responsabilidad que creen que multando a los organizadores tienen cumplido su papel de protección del cauce público y sus márgenes.

Adenex vuelve a denunciar la hipocresía de un club que apoyado por los gobiernos municipales de turno querrá divulgar que con esta actividad todo el pueblo gana, cuando año tras año el que pierde son las personas que recorren los caminos a pie o en bicicleta, cuidan de los animales y sus pastos, de las paredes de piedra seca, que son patrimonio Inmaterial de la humanidad, disfrutando del lugar y de un paisaje único, su flora y fauna.

Los Cerros es el único pulmón natural y cinturón verde y con arroyos vivos y huellas pétreas de como se ha ido construyendo la ciudad de Navalmoral.

Lo reclaman nuevamente, también, los vecinos y vecinas de un espacio verde, abierto y con vida silvestre a quienes les gustaría que se pudiera conservar, mejorar y conocer, para su disfrute todo el año. Y en lugar de restaurarlo, hacerlo accesible, recuperando ruinas, vegetación autóctona y huertos, para que año a año prospere y sea usado con mayor facilidad, se promociona el machacarlo como destino de atracción deportiva.

Para hacer deporte, Navalmoral dispone de toda una ciudad deportiva que invitamos a visitar para comprobar en qué estado se encuentra, con instalaciones derruidas y tiradas, campos abandonados y todo esto al lado de una magnífica dehesa que solo sirve de estercolero.

¿Qué más necesita Navalmoral para darse cuenta de lo que le rodea? Está bien salir huyendo los fines de semana a cualquier lugar fuera de una ciudad que se asfixia cada vez más. ¿O todo vale, incluso un muro, porque ya nos hemos acostumbrado a tener una valla y dos pasos a nivel? ¿A quién le importa derrochar recursos públicos, para salir empeorados tanto física como mentalmente?  ¿Qué responsabilidad política y personal pretenden asumir nuestros representantes desde las distintas administraciones? ¿Valorarlo positivamente y a por otra?

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