La Guardia Civil de Tráfico auxilia a dos gatitos abandonados en la red viaria

Una pareja de la Guardia Civil de Tráfico, que realizaba el servicio de vigilancia de las carreteras de la zona, encontró en mitad de una de ellas a dos gatitos con mal aspecto, posiblemente abandonados desde algún vehículo, a los que recogieron para evitar fuesen atropellados, ya que no tenían apenas fuerzas para caminar.

La Guardia Civil de tráfico, que hacía servicio de vigilancia de las carreteras por la antigua CC-144 (enlace actual CC-406 con autovía A-5), a la altura del kilómetro 3’200, observaron que en medio de la carretera había un animal doméstico, en concreto un gato de un mes aproximadamente de edad, de color blanco, desorientado e incapaz de escabullirse ni apartarse para evitar ser atropellado.

Detuvieron la circulación para tratar de ver in situ qué le ocurría al animal y comprobaron que se dejaba tocar, no haciendo amago de escapar ante la presencia de los agentes, posiblemente debido a su temprana edad y al deficiente estado físico en que se encontraba.

Los agentes se encontraban a demasiada distancia de población o finca alguna, lo que unido a la cercanía de canal de riego y a no localizar a ningún otro gato adulto por la zona, junto con el riesgo más que inminente de atropello por parte de vehículos a motor, decidieron montarlo en el vehículo oficial y retirarlo de la carretera.

Pero a escasos 500 metros observaron a otro gato de la misma edad, de color gris, e igualmente desorientado en medio de la calzada, en idéntica situación que el anterior y sin que se viese por las inmediaciones ningún otro gato adulto, con lo cual quedaban patente las sospechas de los agentes de que alguna persona podría haberlos abandonado poco antes desde un vehículo en marcha.

Por tanto decidieron acercar a ambos animales hasta la localidad de Navalmoral de la Mata, por si existiera algún recinto de recogida de animales abandonados, pero no lo había, por lo que al no poder gestionar a esas horas un lugar para poner a buen recaudo a los animales decidieron dejar los mismos, para su atención y cuidado, en el domicilio del jefe de la pareja de tráfico, situado en esa misma localidad, para su adecuada manutención, limpieza y pernoctación, asegurando así esta patrulla una total recuperación de ambos felinos y demostrando, como es de costumbre, el carácter humanitario y la sensibilidad de los agentes que representan al benemérito cuerpo de la Guardia Civil.

 

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