La Diputación de Cáceres, la de Badajoz, la Junta de Extremadura y la Fundación del Toro de Lidia, han firmado un protocolo de actuación para el apoyo a este animal y a la promoción de la tauromaquia en la comunidad, «como parte del patrimonio histórico y cultural y como actividad de importante peso económico».
Extremadura, con sus dehesas y encinares, es un hábitat privilegiado del toro bravo, en el que pastan más de 120 ganaderías de reses bravas, 51 en la provincia de Badajoz y 71 en la de Cáceres; celebrándose en la comunidad todos los años casi 900 espectáculos taurinos, que evidencian la dimensión económica y de preservación de la naturaleza, así como su importancia para la fijación de población en los entornos rurales donde se desarrolla la actividad.
Mediante esta colaboración se llevarán a cabo actividades que den “oportunidades de promoción profesional a los alumnos formados en la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz”, como la celebración de novilladas picadas.
Además, ,ediante este convenio, se pretende apoyar al sector ganadero extremeño de reses de lidia, procurando que las ganaderías ubicadas en Extremadura sean las que provean los novillos necesarios y adecuados a los diferentes festejos, y también se trabajará para promocionar los municipios que alberguen los festejos, para atraer visitantes hacia ellos.