Cansancio Pandémico

CANSANCIO PANDÉMICO

por  Mª Eugenia Aguado Fernández (psicóloga)

Estamos inmersos en una pandemia. Sentirnos cansados, agotados y con emociones negativas, es debido al esfuerzo que realizamos para evitar contagios, prestando mucha atención a los movimientos que realizamos en cada salida.

Al análisis previo para minimizar las salidas y los riesgos, sumamos minimizar los contactos, restringir los contactos familiares… El miedo al contagio.

Todo esto supone un estrés continuado que nos pasa factura en forma de desánimo, irritabilidad, tristeza, problemas de sueño…

Además, en este momento en el que muchas personas han optado como cuidado necesario por un aislamiento autoimpuesto en algunos casos y en otros involuntario, el contacto social se ha reducido, son muchas las horas que algunas personas pasan solas.

En muchos domicilios la incertidumbre laboral y por extensión económica es otro importante factor de estrés.

Y no hablemos del personal sanitario, que se encuentra desbordado por la actual situación y el miedo al llegar a casa a contagiar a sus familiares, que muchas veces desemboca en un limitar los contactos dentro del propio domicilio, en función del servicio en el que se trabaje y en la restricción de visitas a familiares mayores por el miedo al contagio.

¿Cómo podemos mejorar nuestro estado anímico?

Para los mayores, que disponen de más tiempo, si se organizan, pueden salir a diario, dosificando las compras, no entrando en más de un establecimiento al día. Por ejemplo, si hay que ir al súper, cuando acabamos la compra, regresamos a casa. Mañana iremos a la carnicería.

  • Esto permite, reducir el tiempo de tensión para evitar contagios.
  • Puesto que salimos a la calle, nos permite socializar en el exterior, guardando las medidas de seguridad; mascarilla, distancia de seguridad…

Es importante que nos cuidemos:

  • El compartir nuestro estado anímico, nuestros sentimientos, hablando de ello.
  • Cuidarnos físicamente, mediante la alimentación y el ejercicio.
  • Cuidar nuestra salud, manteniendo las medidas de seguridad y siguiendo las pautas que nos ha dado nuestro médico de familia

Hay medidas que nos funcionaron durante el confinamiento y que podemos recuperar:

  • Las llamadas telefónicas, con familiares y amigos
  • Las videoconferencias, con familiares y amigos
  • Podemos preguntar qué hora es la mejor, para no interrumpir, e incluso en cada llamada o videoconferencia, quedamos ya para la próxima, concretando el día y la hora.
  • El ejercicio físico: podemos salir a caminar durante las horas centrales del día, quien su horario se lo permita, por zonas que no haya mucha gente. Si nuestro horario de trabajo o familiar no nos permite salir a andar, correr o bici durante el día, podemos buscar algún vídeo en youtube con ejercicios que nos gusten y adaptados a nuestra condición física. Recordemos que la actividad física, es conveniente que no sea antes de ir a dormir, pues nos activa y hay que dejar pasar 2 horas desde que realizamos el ejercicio y nos vamos a dormir.
  • Podemos realizar yoga o pilates online con nuestro gimnasio habitual o con algún video de youtube.
  • Internet nos ofrece múltiples posibilidades, podemos realizar alguna relajación guiada o meditación guiada.
  • Tomar el sol 15 minutos al día nos aporta vitamina D y nos recarga.
  • El planificar la comida de toda la semana, nos ayuda a organizarnos, reduciendo el estrés y posibilitando una alimentación más saludable
  • No pasaremos el día viendo noticias. Una vez al día es suficiente. Elegimos y nos ceñimos al plan, pues una sobreexposición afectará negativamente a nuestro estado anímico.
  • Recuperar actividades, hobbies que nos gustan y practicarlos
  • Los juegos de mesa en familia son una buena opción y algunos de ellos con un poco de imaginación, pueden ser jugados mediante videoconferencia.
  • Muchas grupos de amigos tomaban la caña por videoconferencia. Quizá sea el momento de recuperar esta actividad.

Y si pese a todo, el estado anímico no mejora, y como la salud es lo primero, mi recomendación es acudir al especialista solicitando cita de consulta psicológica.


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