El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha aprobado este martes la firma de un convenio de colaboración entre el Servicio Extremeño de Salud (SES) y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Badajoz y de Cáceres, que permitirá el desarrollo de un programa para convertir las farmacias de las zonas rurales en puntos de cardioprotección. La inversión para su ejecución es de 500.000 euros.
El objetivo de este proyecto, según ha informado en rueda de prensa la consejera de Salud y Servicios Sociales, Sara García Espada, es la instalación de hasta 200 desfibriladores en municipios, preferentemente, de menos de mil habitantes y que tengan una única oficina de farmacia. Dichos desfibriladores, estarán ubicados en el exterior de las farmacias, serán accesibles las 24 horas del día y tendrán fácil acceso. El programa se aplicará desde que se firme el convenio hasta el 31 de diciembre de 2027.
El objetivo de esta medida, ha explicado la consejera, es «aumentar la calidad de vida de las personas que viven en zonas rurales que no cuenten con puntos de cardioprotección» y así, «reducir el número de fallecidos por parada cardiorrespiratoria o muerte súbita en estas poblaciones». Esta iniciativa permitirá que personas con formación en el uso de los desfibriladores, puedan «realizar actuaciones antes de la llegada de los servicios de emergencia».
Para finalizar, García Espada, ha avanzado que la formación y el mantenimiento de los equipos estará a cargo de los colegios de farmacéuticos. Los desfibriladores y las vitrinas contarán con la «tecnología última disponible».