Volver a Vivir, un manifiesto de esperanza en el Día Internacional Contra el Cáncer de Mama

Desde el día 18 y hasta el día 21, se han estado celebrando los distintos actos programados para la Semana Contra el Cáncer de Mama,  por la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata, y su responsable Malu Martínez, además de la colaboración de las asociaciones oncológicas AOEX y AOCA.

Entre todas las actividades que se han estado celebrando destaca, en todas las ediciones, la Marcha Rosa, que a pesar de la lluvia y el viento reinantes, unas 800 personas realizaron el recorrido previsto, aunque el lazo que se hace habitualmente en la rotonda de Los Sauces, en esta ocasió, por estas inclemencias del tiempo, se hizo en la rotonda de la plaza de Pepe Vizcaíno, cuando regresaba la comitiva hacia la plaza de España.

Precisamente allí es donde se leyó el manifiesto de este Día Internacional contra el Cancer de Mama 2022, VOLVER A VIVIR, donde una hermana cuenta el emotivo relato de lo que le ocurrió a su hermana pequeña y por si fuera poco, también a su padre.

El último día con el esfuerzo de las peluquerías que, desinteresadamente, han prestado sus recursos humanos y materiales a la causa, el edificio de la Fundación Concha acogió el Maratón de Mechones Solidarios. Con estos mechones donados altruistamente, se elaborarán pelucas de uso terapeútico.

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MANIFIESTO

DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL CÁNCER DE MAMA 2022

 

VOLVER A VIVIR

Buenas tardes a todos los presentes, gracias por acudir un año más, y ya van 8, a esta marcha rosa en la que damos visibilidad a una de las enfermedades más duras que sufrimos los seres humanos: el cáncer; y en particular, el cáncer de mama, que afecta principalmente a las mujeres. 

Casi todos conocemos, somos amigos o familiares de alguien que ha padecido o padece esta enfermedad, o incluso sois vosotras mismas las que lucháis a diario con algo que vino sin avisar y sin ninguna razón.

Por desgracia hay muchísimas historias que contar, de personas que un día escucharon un diagnóstico que les cambió la vida. Yo os voy a contar la historia de esfuerzo y superación de mi hermana pequeña.

El 17 de enero de 2014, fue uno de los peores días para nuestra familia, se confirmaba la noticia que todos temíamos desde hacía más de un mes; mi hermana pequeña, con tan sólo 31 años, tenía un tumor en la mama derecha. 

Cuando me llamó mi cuñado destrozado, sin poder apenas articular palabra por el miedo y la incertidumbre, sentí un zarpazo que me desgarraba por dentro. Una frase tan corta como: “es un tumor” hizo tambalear toda nuestra vida y “la seguridad” con la que habíamos vivido hasta entonces, se esfumó.

Fue como digo uno de los peores días de nuestra vida, porque después ha habido más. A los nueve meses, terminando mi hermana la radioterapia, nos volvió a sacudir el mismo monstruo, mi padre tenía un tumor en el pulmón. Y no ha sido la última, hace 5 años se repitió y esta enfermedad volvió a golpearnos, mi padre volvía a tener cáncer, en el mismo pulmón. ¡Imaginaos! Pero sabéis lo que dice mi hermana cuando nos preguntamos: ¿es que no hemos pagado ya suficiente peaje en esta autopista de la vida? pues nos dice que somos poseedores de tres victorias, la suya y dos de mi padre.

Desde un principio ella nos pidió a todos estar fuertes y eso hemos hecho, o al menos lo hemos intentado, pero porque la primera que ha demostrado fortaleza ha sido ella, porque siendo mi hermana pequeña me ha enseñado muchas cosas.

Su lucha la centró en su hijo Daniel, que entonces tenía 4 años. Él rapó el pelo a su madre, hicieron una apuesta: el que ganase, cortaba el pelo al otro. Para mi sobrino no pasó de ser como un juego la mayor evidencia física de esta enfermedad. Daniel fue valiente con ella, sus ojos fueron el espejo en los que se miraba todos los días mi hermana. Hoy siendo consciente de la realidad de la enfermedad de su madre, no recuerda haber vivido miedo, angustia ni tristeza, no tiene malos recuerdos de aquella época. Su madre se encargó de que el monstruo no aterrase a su niño, le hizo fuerte y valiente.

Siempre ha seguido a pies juntillas todo lo que le han dicho Paula, Laura y Mar (su ginecóloga, oncóloga y médico de familia, en casa son eso, como de la familia) y gracias a profesionales como ellas, que además son grandes seres humanos, ha cumplido el sueño que dejó aplazado por culpa de esta horrible enfermedad, el de poder dar a su hijo, un hermano.

Después de sacar sus óvulos (con lo que supone esto para un cáncer de mama hormonal) y después de 4 inseminaciones in vitro infructuosas, se quedó embarazada de forma natural, fue el día de su cumpleaños, cuando supimos que lo que parecía imposible había sucedido y una vida había comenzado a crecer en su vientre. El día de El Ángel, el 1 de marzo de 2019 llegó para nosotros eso, un ángel. Nació una hermosa niña que se llama Vega y que brilla tanto como la estrella que lleva su nombre en nuestro firmamento. 

Algún día ella también conocerá la historia de su madre, y la de tantas mujeres que han luchado como verdaderas guerreras rosas, con la esperanza de que cuando eso suceda, podamos decir que ni el cáncer de mama, ni ningún otro, se cobra vidas. Porque en realidad se trata de eso; de vivir, de volver a vivir, que es el título de este manifiesto que os leo, de poder tener una calidad de vida y de contar con los mejores tratamientos. Porque vamos a ser realistas, erradicar el cáncer, va a ser difícil, pero deberíamos poder combatirlo, tener la oportunidad de luchar estas batallas.

La investigación, la prevención y la información cada vez son mayores, porque el cáncer de mama es una enfermedad grave, pero se puede curar si se detecta a tiempo. En España se diagnostican más de 34.000 casos anuales y representan el 30% de todos los cánceres diagnosticados a mujeres. El cáncer de mama es el tipo de tumor más frecuente. 

Por eso es importante impartir charlas, donde recibamos información, que sepamos lo que es normal en una mama y lo que no. Hablar con nuestras madres, hermanas, amigas y compartir nuestras dudas e inquietudes.

En la parte de investigación podemos ayudar con cosas como la que hacemos hoy, comprando las camisetas, apoyando a las asociaciones que tenemos cerca de donde vivimos, como en nuestro caso son AOCA Y AOEX, porque el dinero recaudado se destina a eso, a investigación.

Con respecto a la prevención todos somos conscientes de lo importante que es, por eso tenemos que acudir a realizarnos chequeos mínimamente anuales, pero también sabemos que eso hoy por hoy no es posible en la sanidad pública, por lo que debemos luchar para que nuestros políticos cambien las leyes, que protejan lo primero nuestra salud, es lo más valioso que tenemos en la vida. Debemos cuidar lo que no tiene precio. La sanidad junto con la educación deben ser los pilares fundamentales de nuestra sociedad. Créanme, todo lo que se construya sin esos pilares, corre el peligro de derrumbarse.

Y, por último, no nos podemos olvidar de lo importante que es acompañar, que la persona que está luchando sepa que nos tiene al lado, que existen también profesionales en materia de salud mental, que ayudan y acompañan tanto a los enfermos como a sus familiares, y sobre todo que sepáis que no estáis solas. Sólo me queda quitarme en sombrero ante todas vosotras y deciros:  ánimo, valientes guerreras rosas, que no falte ni una más.

 

Navalmoral de la Mata 19 de octubre de 2022

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