Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes a la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de Cáceres han procedido a destruir, reduciendo a chatarra, 1.000 armas que por diferentes motivos se encontraban depositadas en las distintas intervenciones de Armas y Explosivos de la provincia.
Entre todas se armas reducidas a chatarra se encuentran las de propiedad particular cuyos propietarios han solicitado su destrucción, aquellas cuya destrucción ha sido decretada por la autoridad judicial o administrativa, las depositadas a disposición de particulares una vez transcurrido el plazo máximo de depósito, así como las incluidas como prohibidas por carecer de marcas, números o punzones obligatorios de un banco oficial de pruebas, según se establece en el vigente Real Decreto 137/1993, de 29 de enero por el que se aprueba el Reglamento de Armas.
El peso del armamento eliminado es en total de 2,6 toneladas (2.680 kilogramos), que en su mayoría son escopetas y en menor cantidad, rifles, carabinas, pistolas, revólveres, armas de aire detonadoras, armas blancas y de otros tipos.
El número de las armas que se destruyen en la Comandancia de Cáceres se ha incrementado progresivamente durante los últimos años, habiéndose destruido en el periodo histórico de 2007 a 2024 cerca de 12.000 unidades.
Agentes de la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de Cáceres, trasladaron las armas a una empresa de fundición de acero para convertirlas en chatarra mediante un proceso de fundición, llevando durante todo el proceso un control estricto.