Los Derechos Civiles y Políticos, es decir el derecho a la vida, la prohibición de la tortura y los tratos denigrantes, el derecho a la igualdad ante la ley, las libertades de pensamiento y expresión, el derecho a votar y ser elegido, han sido violados y continúan siéndolo en muchos países.
Históricamente las causas más comunes de discriminación han sido, el origen étnico, la religión y el género.
Para que sean efectivos todos estos derechos civiles y políticos deben ir acompañados de unas herramientas legales para defenderlos cuando se vean amenazados. Esta herramienta usualmente consiste en una acción judicial, esto es, el derecho a buscar auxilio ante los tribunales nacionales o, en algunas ocasiones ante instituciones internacionales de protección.
L@s ciudadan@s debemos reivindicarlos cuando nos veamos afectados directamente y también aunque no lo hagan directamente a nosotr@s, debemos solidarizarnos ante lo que consideremos justo.