El director de la Central Nuclear de Almaraz, Rafael Campos, y el responsable de Recursos Institucionales, Aniceto González, han presentado esta mañana en las instalaciones de la planta nuclear el informe del balance del primer sementre de 2022 y han informado de las buenas cifras de CNA ante el impacto negativo que puede ocurrir tras el cese de la actividad. En esta ocasión y tras la pandemia se ha vuelto a celebrar de forma presencial ante los medios convocados.
La producción bruta generada durante los primeros seis meses del año ha sido de 8.734,96GWh entre las dos unidades y la producción neta conjunta de 8.408,00GWh. La Unidad I ha generado 4.238,46 GWh y la de la Unidad II ha sido de 4.496,47 GWh. En total y desde su puesta en marcha ha acumulado 586.100GWh (294.655 de la Unidad I y 291.445 de la Unidad II)
Los directivos han recordado el impacto negativo que puede tener la economía extremeña en caso del cese de la actividad en CNA suponiendo unos 91 millones de euros de shock. Han recordado que entre empleos directos, indirectos e inducidos genera unos 2.900 puestos de trabajo en la región. En el entorno, anotaban, la Central aporta 45 millones de contribución y en los últimos 10 años han invertidos en actualización tecnológica y mejora de la seguridad 600 millones de euros. Los trabajadores han recibido 46.785 horas de formación y han contado con 12 convenios de colaboración con instituciones y asociaciones educativas, sociales y culturales.
Durante este año se ha llevado a cabo la XXVII recarga de la Unidad II y han adelantando que la próxima parada programada se llevará cabo en la Unidad I durante el mes de abril de 2023 con una duración menor que las anteriores de varios días, lo que no supondrá ni reducción de trabajadores ni de inversión en la seguridad de la planta según han aclarado. Han remarcado que se trabajará con normalidad, ante un posible cierre, hasta el último Kilovatio que genere la planta.
