Pregón de Fiestas San Bartolomé 2017 por Carlos Utrilla

  • ¿Sabías que nuestro compañero y director Carlos Utrilla ha sido el Pregonero de las Fiestas de San Bartolomé 2017 en Bohonal de Ibor?

  • ¿Sabes que antes nunca ha habido Pregón de Fiestas y por tanto le cabe el honor de ser el primer pregonero?

  • ¿Quieres saber qué es lo que le une a este pueblo vecino? …

…pues te dejamos el Pregón que pronunció en la apertura de las Fiestas el día 18 de agosto en la Plaza rodeado de bohonalos, bohonalas y… “arrimaos”

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PREGÓN FIESTAS DE SAN BARTOLOMÉ 2017
En Bohonal de Ibor (Cáceres)

Pregonero: CARLOS UTRILLA ARELLANO

¡Bohonalos, bohonalas… y arrimados… buenas tardes!

Para mí es un honor dar el pregón de las fiestas de San Bartolo. Cuando Luis (el Sr. Alcalde) me anunció que sería el pregonero, no le entendí bien y pensaba que me pedía opinión para que buscásemos un pregonero para abrir las fiestas de este año. Y luego, cuando me aclaró que yo sería el pregonero, pensé en la gran responsabilidad que esto supone, pero que me sería fácil, ya que no sería el primero de mi familia en pregonar, y no, no hablo de las fiestas, en las que hasta lo que mi memoria recuerda este es el primer año que se hace el pregón. Lo que se me vino inmediatamente a la mente, siendo yo muy pequeño, fue la imagen de mi abuelo Teodomiro por la calle, con su carretilla bien cargada de tomates, lechugas o cebollas… y pregonando a voz en grito su mercancía: “¡Tomates, pimientos y lechugas, vamos mujeres que las traigo fresquitas”! …

Nací en Navalmoral, y como tantos de la época, lo hice en la clínica Clinasa, pues aún no había Hospital, pero mis padres vivían aquí, con lo cual tengo el derecho ganado de poder decir que nací en Bohonal. Hice el colegio aquí y he pasado muchos fines de semana, “San Bartolos” y muchas fiestas en el pueblo. He tenido la fortuna de trabajar también aquí; en las oficinas el año pasado, en la casa de la cultura hace ya bastantes años, y en Correos en diversas ocasiones. Para realizar mis trabajos de la universidad me he desplazado también al pueblo para contar con las vivencias de los bohonalos.

Mis primeros recuerdos de Bohonal son los vividos con mis abuelos y me vais a permitir que me acuerde hoy de ellos.

Aún recuerdo a mis abuelos Teodomiro y Carmen pasando por la plaza cuando iban y volvían del corral.
A mi abuela Supe contándome lo contenta que estaba con mi trabajo en la radio, pues su primo, Manuel Gómez Aróstegui, fue uno de los primeros periodistas con titulación de nuestro país y periodista deportivo en el ABC que durante bastante tiempo retransmitió los saltos del sky del día de año nuevo para la Tv.
De mi abuelo Vito, os podría estar hablando hasta el San Bartolo del año que viene, pero voy a recordar de él las historias de los lobos que nos contaba cada vez que se iba la luz en el pueblo en las tardes de tormenta. Tenía muy buena mano para contar cuentos, era un buen narrador. Además mi afición por visitar monumentos y piedras antiguas me viene gracias a él, recuerdo muy bien que nos llevaba a mi hermana Olga y mi a Los Mármoles o a visitar castillos y monumentos del entorno.

Esta misma mañana desde la redacción de la revista ÓRBITA Navalmoral, una de nuestras redactoras ha hecho una descripción mía y de mis raíces bohonalas, que me ha gustado y que os pongo en el pregón.

“De allí eran sus abuelos y los abuelos de sus abuelos. Recree de la mezcla de los “Pajarillos” con los “Chaqueta“, tataranieto de los Arellano que siendo carboneros dedicados al carbón de encina y procedentes de Santa Cruz del Retamar (Toledo), se establecieron hace muchísimos años, unos en Bohonal y otros en Navalmoral… y por aquí siguen aún en otras labores… Biznieto de tío Claudio Arellano y de tía Isabel los del callejón… nieto de Vito Arellano y Supe, y de Tío Teodomiro Utrilla y Carmen. Por su abuela paterna, suponen un antepasado portugués avalado por el apellido “Escudero” y porque estos “Escudero”, además, vivieron siempre en el barrio del Portugal.

Mezcolanza de antepasados de la que se siente orgulloso y que son el lazo conductor a la tierra de este pequeño pueblo extremeño con historia castellana.”

Si he comenzado el pregón recordando a mis abuelos, todos bohonalos, es porque creo que no podemos avanzar si no sabemos de dónde venimos. Con lo cual vamos a comenzar por el principio de todo esto, el hecho por el cual todos, vosotros y yo, estamos aquí hoy.

Repasemos un poquito la historia de Bohonal.

5 de Mayo de 1464 en la villa de Candeleda, el Conde de Miranda otorgó escritura a los vecinos de la villa de Alija en censo perpetuo sobre la dehesa de la Retuerta. Despoblada Alija unos años después sus vecinos poblaron y fundaron las villas de Talavera la Vieja, Bohonal y la Poveda en los mismos terrenos de la dehesa de la Retuerta. Ya el 16 de febrero de 1576 los vecinos y el Conde firmaron una concordia sobre el uso correcto de la tierra. Este hecho marcaría a nuestro pueblo como uno de los últimos lugares feudales de nuestro país hasta entrado el siglo XX y que hasta hace poco hemos arrastrado y que parece que ahora con la concentración se terminará ese proceso del reparto y uso de las tierras…

A pesar de estar asentado sobre las tierras del Conde en lo administrativo, Bohonal era Villa y como muestra de ello sabemos que teníamos un rollo o picota, que se encontraba detrás del Ayuntamiento. Los expertos dicen que era muy similar al del Talavera la Vieja, que se conserva en Rosalejo, y que incluso del nuestro pueden quedar restos debajo del cemento de la calle. ¡Luis… lo cuento por si alguien quiere recuperarlo!

Nuestro pueblo conocido como El Bohonal o el Boónal formaba parte del Estado de Miranda, en la antigua provincia de Ávila, en Castilla La Vieja. En 1785 según las Relaciones de Floridablanca, era una Villa de Señorío Secular con Alcaldes Ordinarios y junto Candeleda, Berrocalejo, Puebla de Naciádos, El Gordo, Talavera la Vieja, Valdeverdeja y El Torrico formaban el Estado de Miranda de la provincia de Ávila.

Durante unos años al principio de 1800 pasamos a formar parte de la provincia de Toledo pero tras una reclamación de la provincia de Ávila que había perdido todo su territorio al sur de Gredos, volvimos a ser abulenses hasta el último día de Noviembre de 1833 que pasamos a formar parte de la recién creada provincia de Cáceres. Varias voces durante los siguientes años hablaron de no entender dicha distribución y de cómo estos pueblos hasta entonces castellanos pasaron a formar parte de la provincia de Cáceres con otros pueblos con los que no guardaban mucha tradición. Incluso los pueblos más cercanos a Puente pidieron su incorporación de nuevo a Toledo.

Hemos formado parte de la historia del Reino de Castilla y aparecemos en los diversos libros de cuentas, en las relaciones de ministros y cardenales. Siempre al lado de los pueblos que formaban el Estado de Miranda y con diferentes grafías que siempre recuerdan a Bohonal como por ejemplo, Bodonal, Bovonal, Boónal,…

Quiero contaros también que en mi curiosidad infinita por saber sobre el pueblo me encontré con Andrés de Yñígo, el primer bohonalo registrado con nombre y apellidos que he localizado. Andrés era el dueño durante el reinado de Carlos V, allá por el 1500, de una aceña en el Tajo a la altura del Salto de Belvís, hoy se podría relacionar este paraje con el Salto de la Gitana y que aparece en la relación de molinos que tenía el Tajo para poder hacerlo navegable desde Toledo hasta Lisboa. Seguro que muchos ya habréis caído en que se trata del supuesto dueño de las “Piedras de Yñígo”, esa cantera de muelas de molino situada en las proximidades de dicho paraje.

Incluso os contaré que, a la muerte del Emperador, se repartieron a modo de herencia las despensas de monasterio de Yuste que servía a la corte y al monarca. Pues en esa relación aparece Bohonal que surtía al mismísimo Carlos V de cereales y con las mismas le devolvían al pueblo el aporte que había hecho a la despensa imperial.

Ya son casi 200 años los que llevamos formando parte de Cáceres y desde la creación de las autonomías unos 35, de Extremadura.

Esta es nuestra historia… que siempre nos ha situado en Castilla. Aún recuerdo a unos paisanos en Cáceres intentando buscar Bohonal en mapas de la antigua provincia de Extremadura y no lo encontraban. “¡Con razón!”, decían luego. Para encontrarnos hay que mirar los mapas de Toledo, pues el registro es por la Diócesis y no por lo administrativo.

En lo religioso aún pertenecemos a la Diócesis de Toledo a la que hemos pertenecido siempre con nuestra parroquia de San Bartolomé como anexo durante muchos años de la Iglesia de Talaverilla.

Con este repaso por la historia y situándonos dentro del contexto de nuestro país en el centro peninsular debemos defender lo nuestro y lo que nos corresponde. Hay voces que piden que pasemos a alguna de las Diócesis de Extremadura, sin entender los que reclaman esto, que la Diócesis de Toledo también lo es de Extremadura y los bohonalos a lo largo de su historia lo han llevado muy bien, primero como abulenses en lo civil y en lo religioso de Toledo y ahora no veo ningún trauma porque nuestra parroquia siga siendo del cuidado espiritual de Toledo y de lo administrativo de Extremadura. La cuestión está en que no nos tienen que venir de fuera a arreglarnos nuestras vidas. Si queremos cambiar ya lo pediremos nosotros mismos.

Si hablamos de la región extremeña, debemos hacernos notar en ella y contar al resto de los extremeños que existe también otra Extremadura que no habla con acento de Badajoz. Viviendo en Cáceres me decían los paisanos del sur que por el acento yo no era extremeño… a lo que yo les respondía que si ellos eran de Andalucía.

Debemos contar que tenemos a nuestro cuidado Los Mármoles, un templo romano tan majestuoso como el de Mérida y en el cual se inspiraron para reconstruir el emeritense templo de Diana

Debemos poner en valor los restos de la ciudad Romana de Augustóbriga que se encuentran en nuestro término municipal y que se deterioran con las subidas y bajadas del agua. Sé que hay ganas de un centro de interpretación y espero que llegue pronto. En los enclaves romanos de la región, como Regina o Cáparra, se representan obras del Teatro Clásico de Mérida ¿y por qué no en Bohonal?

También tenemos dólmenes, al menos cinco, pinturas rupestres, y puentes de la Mesta como en el río Ibor y el Gualija, el de las Veredas y el del Búho.
Jugamos al frontón cómo hacen más al norte y muy parecido a como hacen también en los pueblos cercanos de la provincia de Toledo, aunque en muchos de ellos ya se esté perdiendo esta tradición que tanto nos identifica. ¿Se lo contamos al resto de Extremadura?

Conservamos tradiciones de los vettones como la de rendir culto al sol, o la de hincar al Sol, que hoy seguimos haciendo con la festividad de la Cruz de Mayo.

Debemos contar también que tenemos un río maravilloso con aguas frías y cristalinas e incluso con más sombras que muchas gargantas de La Vera.

Si buscamos en nuestras paredes veremos una curiosa colocación de los sillares con filas de piedras anchas con otras más estrechas y que se asemejan en parte a la construcción del lienzo de las mismísimas murallas de Ávila o del Castillo del Piélago, hoy en Toledo, pero antiguamente también estaba, como nuestra localidad, en las tierras abulenses.

Puertas y portones, bóvedas e incluso alguna fachada de ladrillo que nos acercan al mudéjar de Guadalupe y al de Talavera y que poco a poco nos estamos dejando perder y cómo no, las peculiares paredes de las cercas construidas con rollos.

A pesar de todo lo que se ha perdido, aún conservamos parte de nuestra identidad a través de las construcciones populares, de los cuentos de nuestros abuelos y de tradiciones gastronómicas como la de comer ortigas.

Me gusta de Bohonal cuando nos saludamos con un: “¡venga!”, “¡vamos!”… o cuando “jondeamos el cuenco al regato”. Hay una palabra que no existe en mi vocabulario y es desnudo, yo siempre digo “pelete”. No comemos morcillas de sangre, si no “mondongo”. Multitud de palabras y localismos que, si vamos más allá del Puerto de Miravete o de Talavera de la Reina, será muy difícil que lo puedan entender

No puedo terminar sin hacer mención a otra peculiaridad de nuestro pueblo, el barrio del Portugal, los apellidos portugueses que aún se conservan y de las palabras como carcañal para referirnos a los talones que usan los portugueses a diario en su idioma. Familias portuguesas se asentaron en los pueblos del entorno de la Jara en el siglo XIX. yo no he podido comprobar cuándo llegaron a Bohonal, pero las evidencias están ahí, uno de mis bisabuelos tenía los dos apellidos portugueses escudero dacosta, pero pude comprobar como mis tatarabuelos tenían un segundo apellido español y habían nacido en el pueblo.

Creo que tenemos mil y una razones para presumir en el resto de Extremadura de nuestras peculiaridades y hacerlo a la vez en las provincias cercanas que otros días fueron las nuestras.

Allá donde voy estas historias que os acabo de contar se las cuento a todo el mundo y me gusta presumir de pueblo, dentro y fuera de Extremadura. Creo que tenemos de qué presumir y no lo hacemos. Si desde Mérida y Badajoz presumen de una Extremadura común con el Alentejo, vamos a contarles que también hay otra Extremadura que tiene mucho que ver con Candeleda y el Puerto del Pico, Oropesa, Puente y Talavera y que por eso no dejamos de ser tan extremeños como los de Sierra de Gata que hablan a Fala o los de Olivenza que fueron portugueses…

Quiero hacer también una mención a todos los que rondamos los 40 años y aprendíamos música con Don Ramiro, jugábamos a “Puchero” y a “Tó Teléfono”, y hacíamos “cubo”, que no botellón, en las escuelas y en el poli.

Y si comenzaba hablando de mis abuelos me despido hablando de mis padres que me han enseñado a ver el pueblo desde diferentes perspectivas y a ser el bohonalo que me apetece ser y presumir de ello. Me quedo con lo mejor que nos ofrece Bohonal que para mí es mucho. Y no puedo olvidarme de Olga, mi hermana, que mis vivencias en Bohonal las ha vivido conmigo y yo con ella, y ahora se las enseñamos a María y a Víctor y como no a mi sobrino Marco, que siente el pueblo como suyo también y es un bohonalo más. No me cansaré nunca de hablarles de mis abuelos y de lo que es Bohonal, que huele a aceite, sabe a perrunillas y suena a acordeón a laúdes y bandurrias.

¡Bohonalos, GRITAD CONMIGO: VIVA BOHONAL… VIVA SAN BARTOLO!

Bohonal de Ibor 18 de agosto de 2017

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