El Dúo Orpheo interpreta el concierto «La canción del Emperador» en el monasterio de Yuste

La Fundación Yuste junto con Patrimonio Nacional, dentro del ciclo «Los Conciertos del Emperador», ha organizado el concierto «La canción del Emperador» interpretado por el «Dúo Orpheo», que se celebrará el próximo sábado, día 18 de septiembre a las 13:00 horas en el Real Monasterio de Yuste. La entrada al concierto es libre hasta completar aforo permitido.

El Dúo Orpheo está integrado por la soprano oscense Eugenia Boix, que ha realizado grabaciones para RNE, Radio Clásica, Radio Clásica Portuguesa y la BBC; y por el cacereño Jacinto Sánchez, profesor numerario del Conservatorio de Cáceres y presidente de la Asociación de Guitarra Clásica de Extremadura «Ángel Iglesia». Este duo está especializado en el repertorio de música vocal con acompañamiento de instrumentos de cuerda pulsada. Sus programas abarcan un amplio abanico de épocas y estilos desde el Renacimiento hasta nuestros días.

El programa incluye dos partes. En la primera se interpretarán obras de los siglos XV y XVI de los vihuelistas Fuenllana, Mudarra, Mián y Narváez. La segunda parte del concierto es un homenaje a uno de los mejores compositores para laúd de todos los tiempos: John Dowland (1563-1626), maestro en la creación de ayres para voz y laúd, publicando tres libros entre 1597 y 1612.

La Fundación Yuste inició los Conciertos del Emperador en el año 1997 con el objetivo de arraigar en Extremadura un ciclo musical relacionado con la época del Emperador Carlos V.

El concierto cuenta con la colaboración de la Junta de Extremadura, las Diputaciones de Cáceres y Badajoz y la Red de Cooperación de las Rutas del Emperador Carlos V.

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LA CANCIÓN DEL EMPERADOR

Mille regretz de vous habandonner,

et deslongiers vostre fache amoureuse,

jay si grant doeul et paine doloreuse,

quon my verra brief mes jours definer.

Traducción:

Mil penas por abandonarte

Y alejarme de tu rostro amoroso;

Tengo tal pena y dolor que pronto

Mis días llegarán a su fin.

Este texto pertenece a la chanson escrita por Josquin Desprez y favorita del Emperador Carlos V, la belleza y la tristeza se unen en un todo, despertando ese sentimiento de nostalgia y evocación propias de esta época, y en especial de nuestro protagonista pues parecen evocar su tristeza ante la muerte de su amada Isabel de Portugal.

Así Narváez la titula “La Canción del Emperador” pues le constaba que era en cierta manera su himno y esa magia que emana de sus notas y contrapunto magistral, realmente hiela el aliento de quien la escucha con sentimiento.

De los siete vihuelistas de los que se conservan fuentes vamos a escuchar obras de cuatro de ellos: Fuenllana, Mudarra, Milán y Narváez, por cierto citando el libro de Bermudo advierte: “Tengo por mejores tañedores a Narváez, …… Fuenllana músico de la señora marquesa de taripha, a Mudarra canónigo de la iglesia mayor de Sevilla…..” sus canciones, tiene un don inimitable para la melodía y la disposición de las letras.

La segunda parte de este concierto es un homenaje a uno de los mejores compositores para laúd de todos los tiempos: John Dowland (1563-1626); maestro en la creación de ayres para voz y laúd, publicó tres libros de ayres entre 1597 y 1612. Las piezas en cuestión son un total de 85. La principal influencia europea ejercida sobre Dowland fue, casi con certeza, la de los airs de cour y voix de ville franceses, que seguramente le cautivaron durante sus años de estancia en París alrededor de 1580, Dowland es un gran autor de canciones, tiene un don inimitable para la melodía y la disposición de las letras. Dowland publicó The First Booke (El primer libro), en 1597, luego vineron The Second Booke (1600) y The Third and Last Booke of Songs (1603) En estos dos últimos libros hay menos canciones estróficas o de danza que en el primero, y las partes para el laúd poseen a menudo una complejidad contrapuntística que las sitúa en la misma categoría que la voz o las voces. Entre las primeras canciones de The Second Booke hallamos algunas de las mejores de Dowland. I saw my Lady weepe posee una especial belleza; su análisis del amor melancólico en las dos primeras estrofas está aligerado por la exhortación de la tercera a “esforzarse para no pujar en aflicción”, la canción Flow my tears es una versión de su Lachrimae para laúd sólo.

Área de Cultura de la Diputación de Cáceres

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